octubre 20, 2020

El baúl de los recuerdos.

Ahora suena: "Promesas" - Tiza

 

Esta tarde tomaba en línea un curso de marketing enfocado a una plataforma muy popular en estos días, en donde muchas personas comercializan ciertos productos. Una de las ponentes dijo que llevaba toda la vida usando redes sociales, desde el actual TikTok hasta el arcaico Hi5 (haha! lo recuerdan?). Y fue en ese momento en el que mi mente evocó una maravilla que yo usaba mucho: Spaces de MSN ¿Les suena? (En otros post les llegué a platicar un poco de dicho blog, pero eso no es trascendente en este momento). Esta plataforma de Microsoft se asemeja mucho a lo que ahora es Sharepoint. 



Bueno, en algún punto Spaces desapareció y el contenido migró a Wordpress. Recuerdo que cuando me llegó el correo que notificaba dicho cambio, casi me da el patatús, pero desafortunadamente no podía hacer mucho, más que aceptar el cambio y comenzar a trabajar con la nueva herramienta. Y me gustó, pero lo dejé hace mucho tiempo.

Entonces, hoy que tuve esa evocación, decidí ver qué había sido de mi blog, después de casi 10 años.

Recordé el usuario, la contraseña y pum! Entré.

¿Han tenido un diario o una bitácora que años después abren y se llevan muchas sorpresas?

Bueno, algo así me pasó. Un bueeen de historias, momentos, conciertos, eventos, y otras cosas aparecen en esas líneas. Aunado a lo anterior, la interfaz es muuy diferente a como la recuerdo, y claro, tiene lógica porque los lenguajes de programación y frameworks avanzan a pasos agigantados.

Picándole e investigando qué se puede hacer ahora, encontré un apartado que tiene comentarios pendientes por aprobar. Me llevé una grata sorpresa al ver uno en específico que me hizo volver a 2010. Venía en una entrada del día de la poesía y citaba a la hermosa Wislawa Szymborska:

"Todo principio no es más que una continuación, y el libro de los acontecimientos se encuentra siempre abierto a la mitad"



Y me surgió la duda, como diría Edgar Oceransky: ¿Qué habrá sido de ti?

Pero más allá de eso, me hizo reflexionar en mi libro de acontecimientos, específicamente en las páginas relacionadas a estos 10 años. 

¡Qué buena vida me he dado!

A veces no entendemos por qué las cosas no ocurren como deseamos, y nos enfadamos, berreamos o entristecemos porque las cosas no son acorde al plan. Pero cuando volteo a ver todo lo que viví entiendo que hay una razón para que las cosas hayan sido como fueron, y lo agradezco en realidad.

¿Te ha pasado algo parecido?

- Rósel -






septiembre 09, 2020

Una década y cacho después...

¿Hay gente que aún lee blogs?

No lo sé. La modernidad nos incita a generar contenido audiovisual, y vemos cómo las redes sociales del tipo Tik-tok & You tube crecen exponencialmente, mostrando desde bailes en poca ropa que generan cientos de miles de seguidores y "likes", hasta tips de mecánica, plomería, espiritualidad y encuentros con la palabra de Dios. 

Tal vez yo soy más de la vieja escuela y prefiero leer que estar mirando vídeos de 15 segundos, y no porque sean desagradables, ya que yo también he caído en utilizar una hora de mi vida en ver tik-toks, jajaja! Tampoco me acostumbro a leer libros en PDF o en Epub, ya sea en el IPad, móvil u ordenador. 

¿Recuerdas cuando Nokia era el gigante en telefonía celular y los modelos más prestigiosos eran los de la serie "N"? ¿Te acuerdas cómo era leer un libro en esas cosas? jajajaja!

Me acuerdo de aquellos ayeres en los que nuestro Whatsapp eran los mensajes de texto, que costaban como 1 peso y tenían caracteres limitados. Buscábamos hablar más por celular que mandar mensajes, y las facturas eran altísimas si hablabas mucho. ¡Cómo olvidarlo!

Y ahora ocupamos "aplicaciones" (porque ya no les llamamos programas, aunque lo sean) de mensajería instantánea, que justo nacieron para mandar texto, pero que al tener función de notas de voz, muchas personas prefieren utilizarla, aunque se avienten todo un podcast. Curiosamente evitan realizar llamadas telefónicas. ¿Qué onda con eso?

He tenido la fortuna de vivir en una época que no tenía la tecnología tan desarrollada ni tan a la mano, y he visto cómo ha ido moviéndose de tal forma que se hizo más accesible. Hace 20 años, difícilmente alguien tenía un teléfono celular, y ahora hay gente que carga 4. Antes su costo era más elevado, y ahora, hasta te los regalan en el cereal, jajaja! Bueno, no tanto.

En aquellos ayeres era todo un show porque tenías que presentar identificación para comprar una línea telefónica, y en plan tarifario tardaban días en entregarte los equipos. Hoy sin bronca vas a una tienda de conveniencia y pum! teléfono celular con whatsapp, instragam & tinder por 300 pesitos, y la mayor complejidad es sacarlo de su estante pitero de plástico y que te lo cobren. 

Claro, en época de pandemia está todo dar tanta tecnología, ya que ahora las clases son en línea, los trabajos son desde casa y en realidad, puedes vivir sin convivir con alguien más. 

¿Qué opinas?

Te mando un saludo desde este punto del ombligo de la luna.

-Rósel-



junio 22, 2018

Saudade (Por Miguel Falabella).

Ahora suena: "En dirección prohibida" - Marwan.
"Cuánto tiempo seguiremos el revés, y besando en dirección prohibida"


Saudade (Por Miguel Falabella).


Agarrarse el dedo con una puerta duele. 
Golpearse la cara contra el piso, duele. 
Torcerse el tobillo, duele.
Una bofetada, un puntapié, duelen.
Duele golpearse la cabeza con el borde de la mesa,
duele morderse la lengua, una carie y piedras en los riñones también duelen.  

Pero lo que más duele es la saudade. 
Saudade de un hermano que vive lejos.
Saudade de una cascada de la infancia. 
Saudade del gusto de una fruta que no se encuentra más.
Saudade del papá que murió, del amigo imaginario que nunca existió...

Saudade de una ciudad.
Saudade de nosotros mismos, cuando vemos que el tiempo no nos perdona. Duelen todas estas saudades.
Pero la saudade que más duele es la saudade de quien se ama. 
Saudade de la piel, del olor, de los besos. Saudade de la presencia, y hasta de la ausencia consentida.  
Tú podías quedarte en la sala, y ella en el cuarto, sin verse, pero sabiéndose ahí. 
Tú podías ir para el dentista y ella para la facultad, pero se sabían allí. 
Tú podías pasar el día sin verla, ella el día sin verte, pero sabían del día de mañana.  
Pero cuando el amor de uno acaba, o se torna menor, al otro le sobra una saudade que nadie sabe como detener.  
Saudade es básicamente no saber. No saber más si ella continúa sufriendo en ambientes fríos.
No saber si él continúa sin afeitarse por causa de aquella alergia. 
No saber si ella todavía usa aquella mini. 
No saber si él fue a la consulta con el médico como prometió.
No saber si ella se alimentó bien últimamente por causa de esa manía de estar siempre ocupada.
Si él estuvo yendo a las clases de inglés, si aprendió a entrar en la Internet y encontrar la página del Diario Oficial. 
Si ella aprendió a estacionar entre dos coches. 
Si él continúa prefiriendo la cerveza oscura. Si ella continúa prefiriendo jugo de naranja. 
Si él continua sonriendo con aquellos ojitos apretados...
Si ella sigue bailando de aquella forma enloquecedora... Si él continua cantando tan bien. 
Si ella continua detestando Mc Donald's.
Si él continua amando. Si ella sigue llorando hasta en las comidas. Saudade realmente es no saber.

Un beso, si me oyes, mándame tú otro.

-Rósel Castellanos-